La leyenda del papel arrugado

"Cuenta la leyenda que había un niño de carácter impulsivo que caía en cólera a la menor provocación. La mayoría de las veces, tras alguno de éstos incidentes, el niño se sentía avergonzado y se esforzaba por consolar a aquel o aquella a quien había dañado. Un día su maestro, al verle dando excusas después de otra explosión de ira, le llevó al salón y le entregó una hoja de papel lisa. El maestro le dijo:
<< ¡Estrújalo! >>
El niño, asombrado, estrujó la hoja de papel que tenía entre sus manos y la convirtió en una bola. El maestro, a continuación, le dijo:
<< Ahora déjalo como estaba antes >>
El niño no pudo dejar la hoja tal como estaba antes... Por mucho que intentara alisarla, la hoja se quedó llena de arrugas y pliegues.
<<  El corazón de las personas - comenzó a explicar el maestro- es como ese papel. La impresión que en ellas dejas será tan difícil de borrar como esas arrugas y pliegues >>
De esta forma, el niño aprendió a ser más comprensivo y paciente. Ahora, cuando siente las ganas de estallar, recuerda ese papel arrugado. "





La impresión que dejamos en lxs demás es imposible de borrar. Una mala reacción o una palabra puede llevar a que esa hoja ya no vuelva a ser lisa... Las personas cometemos errores y es importante saber ser humilde y reconocerlo pero, también, saber que una herida emocional es más fuerte y profunda que una herida física. Podemos disculparnos, podemos intentar complacer a la otra persona para paliar el daño que hemos generado con nuestras palabras o nuestra actitud, sin embargo, la relación no podrá ser igual que antes a pesar de que pueda existir cordialidad. Verbalizar la palabra "perdón" o "lo siento" es simplemente eso: una palabra. La persona dañada será la que habrá de sanar esa herida para poder vivir y sentirse en paz.

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