CUENCA

En estas últimas semanas he tenido la oportunidad de visitar la ciudad castellano manchega famosa por sus casas colgadas: Cuenca. En realidad ha sido una visita exprés comprimida en apenas un fin de semana, por lo que siento que no he saboreado lo suficiente mi estancia allí. Esto significa que, tarde o temprano, habré de volver. Aun así, he podido conocer la ciudad e incluso descubrir lugares de la provincia que han engrandecido mi experiencia en Cuenca.

Cuenca
Hoz del Huécar

Esta población del noreste de Castilla-La Mancha es pequeña pero perfecta para los/las amantes de la naturaleza, así como del senderismo. Cuenca me ha recordado, en este sentido, a mi anterior visita: Segovia. Ciudades acogedoras con una belleza particular y cuya visita no sólo se puede centrar en sus monumentos o edificios históricos, sino también en sus senderos y zonas verdes. Así pues, vengo a enseñaros los pequeños tesoros de la ciudad conquense que he podido descubrir.


Casas colgadas



Casas colgadas desde
el puente de San Pablo
Las casas colgadas (no colgantes) conforman la particularidad más notable de Cuenca. Estas casas colgadas se encuentran en el casco antiguo, el cual se alza en lo alto de una montaña rocosa y rodeada por las hoces del río Júcar y el río Huécar. 

Para aclarar el significado de la palabra "hoz" (yo misma lo desconocía), ésta hace referencia a un valle estrecho a través del cual pasa un río y a sus laterales se levantan paredes altas de rocas.




Puente de San Pablo

El puente de San Pablo es el que se sitúa frente a las casas colgadas y desde él se puede extraer la tradicional fotografía de las casas. Anteriormente fue un puente de piedra del siglo XVI que se desplomó, construyéndose en 1902 el actual. Bajo él se encuentra la hoz del Huécar junto con el río del mismo nombre.


Puente de San Pablo


Catedral de Santa María y San Julián 



Catedral de Cuenca
La catedral de Cuenca, construida entre el siglo XII y el siglo XIII, comenzó su edificación tras la conquista de la ciudad por parte del rey Alfonso VIII (1155-1214) aunque fue su esposa, Leonor de Plantagenet (1162-1214), la inspiradora de dicha construcción. A pesar de que predominaba el estilo románico en Castilla, las influencias normandas procedentes del lugar de nacimiento de Leonor dieron pie a construir una catedral de estilo gótico convirtiéndose así en la primera catedral gótica de nuestro país. 
Se localiza en la Plaza Mayor y su entrada tiene un precio de 4,80€. Para más información: http://www.catedralcuenca.es/inicio



Túnel de Alfonso VIII

El túnel de Alfonso VIII es uno de los refugios antiaéreos que la población conquense construyó en época de la Guerra Civil (1936-1939). Su nombre se debe al rey castellano que conquistó la ciudad de Cuenca en el siglo XII. 

La visita a estos túneles se puede hacer de dos maneras: entrada estándar y entrada teatralizada. La visita estándar tiene un precio de 3,50€ y la visita teatralizada de 5€. En mi paso por este túnel, escogí la segunda opción donde no sólo conoces la historia que envuelve dichos refugios sino que, además, puedes experimentar lo que en aquellos tiempos se vivió. La venta de entradas se ha de realizar desde la Oficina Municipal de Turismo que se sitúa en la Plaza Mayor. Para una mejor seguridad, es necesario hacer uso de un casco mientras se desarrolla la visita.



Ruinas del castillo


Muro del castillo
y Arco de Bezudo
Como toda ciudad, Cuenca también contaba con la presencia de una fortaleza defensiva medieval donde residía la familia real. Actualmente no permanece dicho castillo puesto que los mismos Reyes Católicos lo mandaron demoler, sin embargo, sí ha permanecido uno de sus muros con sus torreones y el Arco de Bezudo. Hoy en día estas ruinas están acondicionadas con escaleras para poder contemplar las vistas de Cuenca, de la hoz del Júcar y de la hoz del Huécar desde las alturas. De esta forma, el antiguo castillo se ha convertido en un mirador. Contemplando el paisaje de la hoz del Júcar podréis descubrir los Ojos de la Mora. Para más información: http://casaelescaleron.com/blog/las-ruinas-del-castillo-cuenca/



Torre de Mangana

La Torre de Mangana se sitúa en la plaza homónima y se cree que pudo ser una de las torres del antiguo Alcázar árabe. Esta plaza está restaurada y también hace de mirador, ya que se puede admirar el paisaje de la hoz del Júcar desde una de sus esquinas. Actualmente esta zona está en proceso de restauración debido a la iniciativa de construir un museo bajo dicha plaza con los restos arqueológicos del antiguo Alcázar. Para más información: http://casaelescaleron.com/blog/la-torre-mangana-cuenca/


Torre de Mangana


Bonito, ¿verdad? Cuenca puede ser pequeña, pero tiene mucho que descubrir y admirar. Estos son los monumentos históricos más notables y representativos, todos ellos ubicados en el casco antiguo. No obstante, se puede pasear por las calles de los laterales para poder ir viendo diferentes perspectivas del paisaje conquense o perderse por los senderos de las hoces del Júcar y del Huécar. Una ciudad no es sólo lo que contemplan nuestros ojos, sino lo que uno/a quiera descubrir y conocer. Hay mucho por hacer si uno/a se lo propone. ¡Pero esto no acaba aquí! En la provincia de Cuenca hay dos lugares que he podido visitar. Sólo puedo decir que son joyas de la naturaleza.


El Ventano del Diablo

¿Por qué se llamará así? La verdad es que las vistas son impresionantes, aunque producen respeto. Por lo tanto, mejor no asomarse demasiado. El Ventano del Diablo es un mirador desde el cual se puede observar la serranía de Cuenca así como el río Júcar que pasa a sus pies. Éste se encuentra de camino a Ciudad Encantada, por lo que es necesario ir en coche. También es importante fijarse bien, ya que el paisaje es de montaña y vegetación de forma que puede pasar algo desapercibido. Para más información: http://www.elmiradordelaserrania.com/ventano-del-diablo/

Río Júcar desde el Ventano del Diablo



Nacimiento del río Cuervo

A una hora y media en coche de Cuenca se esconde, entre altos árboles, una maravilla de la naturaleza: el emplazamiento donde surgen las aguas del río Cuervo. Éste se localiza a diez kilómetros del pueblo de Tragacete, dejando atrás el Ventano del Diablo y Ciudad Encantada, por lo que también es necesario desplazarse en coche. En la carretera hay señalizaciones que indican adecuadamente la localización, aunque es conveniente dejar el coche en un espacio abierto habilitado para ello y donde también hay un par de mesones. Hay un camino de madera que lleva hacia el nacimiento de este río pero, descuidad, no hay que andar demasiado para toparse con la belleza que repentinamente se plasma ante los ojos. 
Para más información: http://www.turismocastillalamancha.es/naturaleza/nacimiento-del-rio-cuervo-54875/descripcion/

Nacimiento del río Cuervo

Aparte de estas dos maravillas, también está Ciudad Encantada y el nacimiento del río Júcar en Tragacete. Estas dos visitas no las pude realizar por falta de tiempo, aunque me encantaría regresar algún día para verlos. Como alternativa a tener en cuenta, si no se dispone de vehículo propio para desplazarse a estos lugares, hay excursiones guiadas para conocer Ciudad Encantada y el nacimiento del río Cuervo. A continuación, facilito información de las visitas a los dos lugares:



Datos de interés

Bus: 1,20€
Platos típicos: morteruelo, ajoarriero, sopa castellana, zarajo, alajú (dulce). En los establecimientos ponen una tapa (aperitivo lo llaman) a elegir al pedir una caña y la cantidad va en función del número de personas, es decir, si dos personas se piden una caña ponen una tapa con la cantidad suficiente para dos personas en vez de poner dos tapas distintas.
Bebida típica: resolí, aguardiente de la Sierra.



Morteruelo con pan
"Mesón San Tormo"



Ajoarriero y sopa castellana al fondo
"La barrica de Miguel"




Fuente de las imágenes: I. Martín


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