Spain is different

España. País de la paella, las procesiones, las sevillanas, el flamenco, los toros... Celebraciones que nos identifican allá donde vayamos fuera de nuestras fronteras. Costumbres que nos hacen sentir orgullosxs de ser españolxs y de ser lxs únicxs de Europa en disfrutar de dichas celebraciones. Aun así, pongo en duda que todxs lxs españolxs estén orgullosxs de esas fiestas (aquí una servidora que no se siente precisamente orgullosa), pero como son tradiciones... qué difícil es cambiar algo cuando ya estamos acostumbradxs a ello. Hagamos un repaso de lo made in Spain.

Paella. Rico manjar típico de la Comunidad Valenciana que le encanta, especialmente, a lxs turistas que la degustan sea de día o de noche. Existen diferentes variedades según la provincia: por ejemplo, la paella alicantina está elaborada con marisco mientras que la valenciana lleva verdura y carne. Ahora bien, simplemente es una comida característica de la gastronomía de una comunidad autónoma de un país.

Paella de marisco
Fuente: labarraca.es


Semana Santa. Cuando llega la Semana Santa, las calles de las ciudades españolas se inundan de personas que esperan largas horas para ver pasar ante sus ojos una o varias procesiones. Éstas son la representación de la vida de Jesús divididas en cofradías o hermandades como si de fascículos se trataran. La imagen de Jesús (los pasos) va acompañada de personas vestidas con el traje de nazareno y de la banda de música. Esta tradición es totalmente específica de nuestro país y tampoco es obligatorio seguirla. Cada persona es libre de sentirse identificadx (o no) con unas creencias y celebraciones religiosas.

Procesión de Semana Santa
Fuente: Irene MS

Sevillanas. El baile de las sevillanas, junto con su traje característico, son particularmente de Sevilla. Aun así, en otros países se nos conoce por el bailecito y las castañuelas como si se practicara en cualquier parte de España. La finalidad de estas fiestas, como la Feria de Abril, es la del disfrute con lo cual es aceptable.

Sevillanas
Fuente: sevilla.abc.es

Flamenco. Sin irnos de la ciudad sevillana, el flamenco es el baile popular de dicha ciudad. Es un estilo de baile y un estilo musical concreto que tendrá sus seguidorxs y sus detractorxs. Sin embargo, en cuanto al estilo musical... para gustos, colores. 

Bailando flamenco
Fuente: landoflights.net

Toros. Aquí quería yo llegar. Tradición española en la que un torero engalanado con un traje llama la atención de un toro en una plaza construida especialmente para un determinado fin: acabar con la vida de ese toro. Es decir, acabar con la vida de un animal. Es decir, acabar con la vida de otro ser vivo. El resto de tradiciones españolas tienen o pueden tener un pase. Esta no.

Toreando al toro
Fuente: archivo.larepublica.pe

Si nos trasladamos en el tiempo, la plaza de toros podría denominarse Coliseo, ya que la estructura de la plaza es igual exceptuando la ausencia de pasillos bajo la arena; y el torero, un gladiador (quizás muchxs hayáis visto la película de Gladiator). Al fin y al cabo, en esa plaza lo que se hace es matar animales. En los inicios se mataban animales salvajes como leones, panteras, leopardos, elefantes... y ahora se matan toros. Ante este tipo de espectáculo, yo me pregunto: ¿Qué tiene de divertido ver a una persona matar a un animal? ¿Qué tiene de bonito? Si fuera el toro el que estuviera esperando a que sacaran a la plaza un humano para matarlo ¿resultaría igual de divertido y bonito? 



Los toros desde otra perspectiva
Fuente: respuestasvaganas.org
Justo ayer vi en las noticias cómo le sacaban a una tortuga una cañita de plástico de la nariz mientras el animal sangraba y se quejaba. Los animales también sufren. ¿Por qué tenemos que hacerles sufrir para el disfrute propio? Eso sí, se genera revuelo cuando una persona ha asesinado a otra persona sin motivo alguno (sin querer restarle gravedad a esta cuestión), pero eso es precisamente lo que se hace en una plaza de toros: matar por matar. El toro no ataca si no se le provoca. El torero tiene que llamar su atención para que se dirija a él y, cuando el toro se ha enfadado y ha atacado, es cuando nos lamentamos por el torero. Quien juega con fuego, al final, se quema. 

Lo más llamativo es que los toreros se sienten orgullosos y salen de la plaza vitoreados por la gente. Esa gente de mentalidad retrograda, anquilosada en el siglo pasado, que aún adora la tradición (deduzco). Las Hogueras de San Juan y las Fallas valencianas también son fiestas tradicionales pero no se prende fuego a personas o animales, sino a monumentos elaborados de madera y corcho.

Desde hace una semana se comenta en los programas matinales la grave cogida que sufrió Fran Rivera. Pasan minutos hablando del asunto, retransmitiendo en directo quién entra y quién sale del hospital, tratando el tema como si fuera el primer y único torero que ha salido herido gravemente de la plaza de toros. Algunos ni siquiera han sobrevivido a las cornadas... pero qué lástima. Ingresado porque un toro le ha herido. Ingresado porque ha jugado con fuego. Sin embargo, nadie en la plaza piensa en el animal cuando sale arrastrado muerto de la misma o cuando se tambalea desvalido mientras le cortan una oreja. Afortunadamente, hay personas que sí percibimos la gravedad de la situación. 

Cada unx es libre de defender lo que le plazca. En este caso, yo defiendo a los animales porque no son motivo de burla. No me acercaría a un toro, impone, pero no le haría daño. Humanos y animales somos seres vivos. Si no queremos ser motivo de mofa y que nos hagan daño, no les hagamos lo mismo a ellos.


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