Evolución de los conceptos: deficiencia, discapacidad y minusvalía

Nuestro vocabulario incluye términos que son comunes, pero que no son correctos. Cuando escuchamos muchas veces una determinada palabra, pensamos que la utilizamos correctamente porque es habitual decirla. Sin embargo, hay términos cuya definición la desconocemos y la incluimos en nuestro vocabulario porque la sociedad la ha normalizado. Entre estos términos se encuentran los siguientes: deficiencia, discapacidad y minusvalía.

Estacionamiento de 'minusválidos'
Fuente: guioteca.com



La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo su distinción en 1980 y es así como conocemos estos conceptos:

  • Deficiencia: pérdida o anormalidad de una estructura (miembro, órgano, tejido...) o función psicológica, fisiológica o anatómica. Se define como un estado patológico que puede ser permanente o transitorio como, por ejemplo, la pérdida de una mano, de visión (miopía, astigmatismo) o de hipoacusia (sordera).

  • Discapacidad: restricción o ausencia debida a una deficiencia, de realizar una actividad del modo que se considera habitual en una persona. Por ejemplo, dificultad para subir las escaleras, dificultad en el habla...

  • Minusvalía: situación de desventaja para un individuo determinado, consecuencia de una deficiencia o una discapacidad, que limita o impide el desempeño de una actividad a nivel social. Para darnos cuenta del uso que hacemos de este término, debemos analizar la palabra: minus- (menos), -valía (válido, que sirve para algo). Por lo tanto, cuando decimos que alguien es 'minusválidx' estamos queriendo decir que es menos válidx que nosotrxs por el hecho de ir en silla de ruedas, por ejemplo.

Precisamente para no hacer esta distinción que conlleva una exclusión social de estos colectivos que la sociedad lo ha tratado desde una perspectiva negativa considerándoles 'raritxs', 'subnormales' o 'inválidxs' por su situación, sería recomendable cambiar nuestra visión con respecto a estos colectivos sociales y lo podemos hacer gracias a la última clasificación de discapacidades realizada por la OMS en 2001.


Diferencia entre exclusión, segregación, integración e inclusión
Fuente: blogs.unir.net


Este modelo plantea la discapacidad como una falta de adecuación entre la persona y su entorno, en lugar de considerarla como una consecuencia de la deficiencia de esa persona. Los elementos que conforman esta clasificación son:

  • Condiciones de salud: toda alteración del estado de salud de un individuo que pueda generar dolor, sufrimiento o interferencias en las actividades de la vida diaria (lesiones, enfermedades, traumas...)

  • Deficiencia: problemas en las funciones fisiológicas o anatómicas.

  • Actividad: realización de una tarea o acción por parte de una persona. En este contexto se habla de limitación en la actividad de una persona con un determinado estado de salud.

  • Participación: acto de involucrarse en la sociedad. Se refiere a las restricciones en la participación, los problemas que un individuo puede experimentar al involucrarse en situaciones vitales.

  • Factores contextuales: es el trasfondo de la vida de una persona y de su estilo de vida. Pueden ser ambientales o personales.

Desde esta perspectiva la dependencia es un hecho variable y dependerá de estados de salud transitorios y factores del contexto real en el que se desenvuelve la persona en cuestión. También influyen las posibilidades o dificultades que los entornos tengan para ser favorecedores o para mostrarse como auténticas barreras.


Desde hace algunos años, y proveniente desde el Foro de Vida Independiente, ha irrumpido con fuerza el término de Diversidad Funcional y así es como debemos empezar a nombrarlo: personas con diversidad funcional.



Diversidad Funcional
Fuente: radioprometea.wordpress.com



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