Vlad Țepeș, el príncipe que dio vida a la leyenda de Drácula

Vlad Țepeș
Fuente: wikipedia.org

Vlad III nació a finales de 1431 en Sighișoara, ciudad ubicada en la región de Transilvania (Rumanía). Era hijo del príncipe de Valaquia, Vlad II, apodado Dracul ("el diablo" o "el dragón") por su pertenencia a la Orden del Dragón. Vlad creció en una época en la que los otomanos y los húngaros querían conquistar territorio rumano, y los nobles del lugar luchaban entre sí. Su infancia no fue fácil, ya que con 13 años su padre le entregó como rehén a los turcos y le crió el sultán Murat II. Aparte del carácter frío que heredó de su padre, aprendió técnicas de lucha y muerte con los turcos. Técnicas, como el empalamiento, que pondría en marcha más adelante sin remordimiento alguno. Por si alguien desconoce esta técnica, el empalamiento consiste en atravesar el cuerpo humano con una estaca y dejarlo colgado. 

En 1448, con 17 años y tras el asesinato de su padre por parte del noble húngaro Iancu de Hunedoara, Vlad subió al trono con la ayuda de los turcos. Llegado este momento, no se fiaba de nadie. Sin embargo, se cambió de bando estrechando relaciones con los húngaros y luchó contra los otomanos. También se encargó de asesinar a los nobles de Valaquia haciendo uso del empalamiento. Se dice que algunos tardaron tres días en morir. Esta fue su táctica principal y no sólo la utilizaba con sus rivales, sino que también empalaba a mujeres y a niñxs inocentes. En sus batallas disfrutaba descuartizando, torturando, empalando a los rivales y viendo cómo agonizaban. 

Empalamiento
Fuente: lascosasquenuncaexistieron.com

A pesar de todo, los otomanos accedieron a tierras rumanas y le echaron del trono. En 1456, accedió de nuevo al trono al asesinar a su contrincante y reinó hasta 1462. Huyó a Hungría para pedir protección, pero el rey lo encarceló. Pasó 12 años en la cárcel hasta que salió en 1474 y regresó a las batallas para recuperar el trono que había sido ocupado por su hermano. En 1476 lo consiguió, pero no duró mucho en él. La lucha contra los turcos en Vaslui, fue su última batalla: le decapitaron en una emboscada. En Turquía recibieron su cabeza y la colgaron en una estaca que colocaron en el centro de Estambul. Se le enterró en el monasterio de Snagov, aunque actualmente sus restos no continúan allí.

A pesar de las atrocidades que cometió y de la agonía que hizo sufrir a personas inocentes, en Rumanía lo consideran un héroe porque luchó contra la conquista otomana. De hecho, se le ha venerado como paladín de la cristiandad contra la invasión musulmana y se acuñó su retrato en la moneda rumana como homenaje en 2004. Consideran héroe a un guerrero que asesinó a más de 100.000 personas y que disfrutaba torturando. Por este motivo, se le conoce como Vlad Țepeș El Empalador o Vlad Drăculea ("hijo del diablo"). 

Moneda homenaje a Vlad Țepeș , 2004
Fuente: escritoconsangre1.blogspot.com

No existen documentos que afirmen su afición a beber la sangre de los que empalaba, pero el escritor irlandés Bram Stoker vio en este guerrero sanguinario la inspiración para crear a su personaje Drácula. El vampiro más popular de todos los tiempos, que empezó siendo protagonista de las novelas de Stoker y acabó saltando a la gran pantalla en varias películas.

Castillo de Bran ("Castillo de Drácula")
Fuente: 20minutos.es

El famoso Castillo de Drácula, realmente llamado Castillo de Bran, se sitúa cerca de Brașov en Transilvania. Es una fortaleza medieval que se construyó en 1212 y que formaba parte del Reino de Hungría hasta después de la Primera Guerra Mundial, cuando se firmó un tratado en el que se cedía la región de Transilvania al Reino de Rumanía. Su valor reside en su antigüedad y arquitectura, y no en el vínculo que le une con el personaje del conde Drácula. Bram Stoker sólo se basó en él para describir el castillo de su personaje vampírico, cuyas adaptaciones cinematográficas y el uso de la imagen del castillo en el cine, han llevado a vincular el castillo con el personaje. En la vida real, no existen pruebas de que Vlad III residiera en este castillo aunque hay versiones que afirman que pasó dos noches allí en las mazmorras. Actualmente, el pueblo rumano ha aprovechado la popularidad del castillo con respecto al vampiro y hacen un uso de él exclusivamente turístico.